eyeliner

eyeliner
solamente una mirada es suficiente para hablar

lunes, 12 de diciembre de 2011

Right now.

- No, por favor... No me beses en la frente. Nunca lo hagas.
- ¿Por qué?
- Los besos en la frente se le dan sólo a las personas a las que amas con todo tu corazón. A las personas a las que darías tu vida por ellas... Un beso en la frente es el beso más sincero y más fuerte de todos.
- ¿Y por qué no quieres que te lo de?
- Porque significará que lo somos todo y no somos nada. Porque significa que me quieres, pero no de cualquier forma, sino con todo tu ser. Y no puedo soportar que me quieras y que te quiera y que no podamos estar juntos.
- Pero...
- No. No digas nada más. Limítate a abrazarme, sonreír y marcharte.

viernes, 9 de diciembre de 2011

The end.

La miró a los ojos y entonces lo sintió. Era como un pinchazo, como una fuerte presión en su corazón. Un nudo comenzaba a formarse en su garganta y no podría articular palabra alguna sin que con ella se le escaparan las lágrimas, así que guardo silencio.
Agarro su cabeza, y con sus dedos pudo notar la suavidad de sus largos cabellos rubios. Cerró los ojos y se la besó en la frente. Fue el beso que con más amor profirió en su vida. Quería transmitir su intensdad y fuerza por cada poro de su cuerpo, pero sabía que nunca lo conseguiría.
La abrazó bien fuerte, con la esperanza de no tener que soltarla nunca más. Pero tenía que hacerlo. En el piso de arriba, sentada y probablemente con una copa en la mano se encontraba su prometida, y debía de acudir a su encuentro. Lo suyo no era posible. Tenía que aprender a que no lo fuera. Tenía que aprender a olvidarla.
La separó suavemente de su cuerpo y la miró a los ojos, los cuales brillaban como no lo había hecho nunca, y sentía mucho que aquel brillo se debiera a la continencia de unas lágrimas.
No dijo nada. No podía. Tampoco quería, la verdad. Ya le resultaba bastanta duro todo esto. Dio media vuelta y comenzó a subir los escalones.
Y ese fue el último momento en el que pudo ser feliz.

martes, 6 de diciembre de 2011

dreams

Esta mañana amanecí entre lágrimas y no entendía por qué. Sentía un nudo en la garganta y no entendía por qué.
Traté de recordar lo que había soñado, pero mi subconsciente es más listo que yo, o al menos me quiere más que yo, y decidió bloquearlo en mi memoria.
Bajé a desayunar, preparé café y calenté leche. Y fue entre esa condensación de calor y olores mañaneros, cuando mi subconsciente se debilitó y me dejó recordar. Entonces me dí cuenta de que no debía desafiarle nunca más, y que si él decide borrar el sueño, borrado ha de quedar.

Qué impresionante el poder de los sueños. Cómo condicionan la vida sin ni siquiera ser reales. Sin ni siquiera conceder la posibilidad a la vida de hacer que sean ciertos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Historia de lo nuestro.

La frustración comienza cuando ves que la misma historia se repite una y otra vez... cuando ves que por fin te has desprendido de él y de repente todo vuelve a empezar.

Ross y Rachel, Danny y Sandy, Noah y Allie, Luisma y Paz, Julien y Sophie...
Dicen que hay personas que se pertenecen, que están destinadas a estar juntas. Pero nadie dice que esas personas se escojan entre ellas. ¿Qué pasa cuando no te gusta tu destino?
No quiero a mi otro yo. No quiero ser tuya. No te quiero. Al menos no a ti.

jueves, 10 de noviembre de 2011

boil away.

Sobre la mesita, la llama de una vela con aroma a fresa que se iría apagando poco a poco a menos que alguien la asesinara de un soplido, era lo único que iluminaba la habitación.A su lado unas revistas mal colocadas y con marcas de dobleces en sus hojas. Un poco más allá un cenicero con un solitario cigarrillo que se consumía en la soledad de la noche, mientras el humo ascendía vaporoso y se desvanecía en el ambiente.
Una manta de algodón color beis yacía desordenada sobre el sofá en tono chocolate. A los pies de éste un pequeño peluche de una ardilla a la que solían llamar Lola.
Se oía a lo lejos el tic tac del reloj de pared de la cocina, el ruido de los coches de la calle, y alguna que otra persona que elevaba el tono de voz para llamar la atención de alguien.

En el balcón, ella miraba la calle repleta de gente que iba y venía. De coches y motocicletas que aceleraban para llegar a quién sabe qué lugar. En la acera de en frente había un grupito de niños que salían de la primera sesión de tarde del cine y, emocionados por la película, no paraban de hacer gestos e imitar a los protagonistas del filme.
Dio media vuelta y entró en casa cerrando tras de sí la cristalera del balcón.

Se tumbó en el sofá, se tapó con la suave manta y se quedó mirando a el fuego de la vela. En sus ojos se podía ver reflejada esa llama de movimientos desiguales y que iba consumiendo la cera rosada culpable del olor que aclimataba la estancia. Ardía incesantemente en busca de más cuerda a la que poder seguir calcinando...

Y eso fue todo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

tic tac

Se pasó toda la mañana planchando la ropa y sintiendo el calor del sol sobre su nuca. Tenía el pelo recogido con una pinza, y llevaba esa camiseta azul que encajaba más en un día gris que en un día soleado como aquel. Pero eso a ella le daba igual. Hacía tiempo que ya ni se molestaba en conjuntar su ropa. Ya no quería salir de fiesta o a dar un paseo. Había dejado de intentar sonreír en cada momento y de ser amable con los demás... Y tampoco dejaba que los demás la abrazaran o intentaran tocarla... Se había cansado de todo. Ya no tenía fuerzas para más. 

Fue a las dos y treinta y cuatro de un sábado noche (o más bien domingo de madrugada) cuando por fin se dio cuenta de todo. Llevaba algo más de una hora sentada en la barra de aquel bar de malamuerte con una música un tanto desfasada esperando a que ellos llegaran... Pero no llegó nadie. Ya iba por su tercer vozka con limón cuando decidió que debía irse a casa. Pagó, se puso la chaqueta, se fue del sitio y entró en el coche. Y fue allí. Sentada en el asiento delantero de un Ford Fiesta rojo cuando se percató de que había dejado de interesarle a la gente. Ya nadie se preocupaba por ella. Solo la querían y la llamaban cuando necesitaban algo. Nada más.

Hacía tiempo que no se tomaba un café con una amiga, o que un chico (el chico) no la llamaba para salir por ahí. Todo el mundo había encauzado su vida por un lado o por otro, y ella seguía ahí, con las ideas desbocadas en su cerebro saliéndose a borbotones por su cabeza, sin tener nada claro ni decidido, y sin haberse establecido en algún sitio con unas bonitas vistas a la ciudad. Nunca le había importado ser una nómada, de hecho lo encontraba hasta bonito, bohemio. Pero ahora mismo echaba de menos no poder salir corriendo hacia un lugar que sólo fuera suyo y arroparse en los brazos de alguien.

Terminó de planchar una blusa, la dobló con cuidado y la colocó en lo alto del montón de ropa que estaba a su izquierda. Miró hacia el frente y observó cada uno de los muebles de la casa que tenía alquilada, intentando buscar algún rincón que le trajera buenos recuerdos....o simplemente recuerdos.
Pero no. No tenía nada. Y lo que era peor, ya no tenía a nadie. 

martes, 11 de octubre de 2011

porcupine

"Según el pensador alemán Schopenhauer, los seres humanos enamorados son como puercoespines en una fría noche de invierno. Para no congelarse, se arriman unos a otros. Pero en cuanto se acercan lo suficiente para darse calor, se pinchan entre sí con las púas. Entonces, para detener el dolor y el sufrimiento de la cercanía, los puercoespines se separan. Y una vez separados les entra el frío, que les hace acercarse de nuevo hasta que vuelven a pincharse con las púas. Entonces se alejan una vez más. Hasta que vuelven a acercarse. Y así eternamente."

domingo, 25 de septiembre de 2011

bad day?

Lo malo de los malos momentos es que parecen el fin del mundo... Lo malo, son todas las lágrimas que consiguen arrancarnos de los ojos, y de todos los gritos que queremos dar pero los ahogamos en un largo silencio... Lo malo, es esa presión en el pecho que no te deja vivir en paz, y ese nudo en la garganta que te hace sentir un desgraciado sin palabras para poder expresarlo y cagarte en la puta.... Lo malo, son todas las cosas que perdemos o creemos perder durante esos días...

Pero lo bueno de los malos momentos es que encuentras a aquellos que de verdad están ahí luchando por ti contra viento y marea. Lo bueno es, que durante esos malos ratos, encontrarás a los mejores hombros donde poder llorar.... Lo bueno es que los abrazos que te den, serán tan sinceros y tan fuertes que no te sentirás solo en el mundo...sino que podrás comprobar la fuerza con la que algunos te tienen atados a sus vidas.

Dicen que nadie quiere malos momentos en su vida... pero, ¿sabes? Yo sí los quiero. Los quiero, no por lo que pueda pasar...sino por todas las cosas que descubres y que te hacen sentir bien de esas personas que, aunque no las veamos, siempre están ahí.


En contraposición a todo esto, está la pena que se siente cuando tiene que llegar ese mal momento para darte cuenta de lo que realmente (te) importa.... Pero bueno.... La vida no es perfecta...ya lo pensó Amelie.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

RBD

Las mujeres nos enamoramos de los chicos malos por culpa de las películas.... Todas esperamos ser aquella chica por la que el mundo se detiene cuando él la ve aparecer... Todas esperamos ser aquella chica tan sumamente especial que es capaz de hacer cambiar hasta al chico más lujurioso y polígamo del mundo, y hacer de él una persona enamorada de una sola mujer....de ella....de nosotras.
Pero la realidad es otra....la realidad es otra muy distinta...
En el mundo real, sin cámaras, sin focos, y sin guiones... El 'chico malo' es malo. Y no tiene un pequeño corazoncito que podamos conquistar. Y la chica guapa y buena...es buena...buena y tonta, claro....y por eso le toca sufrir y derramar lágrimas hasta rabiar...
Lástima que no nos demos cuenta, o que, si lo hagamos, aún conservemos ese pequeño resquicio de esperanza que nos dice que algunas películas sí son ciertas.... Aunque, en el fondo, sabemos que no.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hold on, baby.

¿Y lo difícil que es aceptar que esa persona no te pertenece,
sino que ha elegido a otra persona?

¿Y lo difícil que es ver cómo ellas acuden a comunicarte su felicidad
mientras tú no haces otra cosa que aguantarte las lágrimas y enseñarles
tu mejor sonrisa porque sabes que no debes (ni puedes) hacer nada?

...Dime, ¿cómo puede ser tan difícil entregar a la persona por la que
darías todo en esta vida a los brazos de otro que, puede que no la
quiera tanto como tú, pero al menos sabes que la hará feliz?

[...]

¿Y lo duro que resulta
decirlo en voz alta?

sábado, 10 de septiembre de 2011

delicias turcas.

y de repente..... CHÁS! Te das cuenta de que realmente no te importan tanto esas personas que dificultan tu vida.... simplemente las tienes ahí porque...son un entretenimiento.
Qué bueno sorprenderte a ti misma con esto mientras ves una absurda peli francesa y te comes un helado de vainilla. Sonríe, idiota.

martes, 30 de agosto de 2011

shive

Es escalofriante el ver cómo te cuentan mil historias que están sucediendo a tu alrededor mientras que tú sólo eres una mera espectadora de ellas.
Participas, sí, pero nunca llegarás a formar parte de ellas. Cuando alguien la cuente, nadie mencionará tu nombre, porque tú no estás en ella. Y entonces te preguntas cuándo comenzará tu historia. Cuándo a los oídos de otras personas llegarán los rumores, las noticias, los cotilleos sobre ti y sobre él. Te preguntas cuándo te tocará a ti formar parte de ese algo...ese algo que llevas buscando durante tanto tiempo, y que parece que nunca llega.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Titanic.

Espero que alguna vez hayas sentido lo que es querer a alguien hasta tal punto de desear morir a cambio de que él pueda ser feliz para siempre.
Espero que alguna vez hayas mirado a alguien a los ojos y le hayas dicho que él es tu vida, y sentir que tú para él también eres la suya.
Espero que alguna vez hayas juntado tus labios con los suyos y hayas deseado que ese momento no acabara nunca, porque era sencillamente perfecto.
Espero que alguna vez hayas dicho "si tú saltas, yo salto" y lo hayas dicho con el corazón, de una forma tan real que hasta duele al pronunciarlo.
Espero que alguna vez te hayan tapado los ojos, besado en la nuca y abrazado desde atrás, mientras sientes como cada poro de tu cuerpo y cada milímetro de tu piel se estremece.
Espero que alguna vez hayas sentido tantas ganas de ver a alguien que hayas tenido el impulso irrefrenable de salir corriendo de tu casa e ir en su busca solo para poder tocarle.
Espero que alguna vez, miraras a donde miraras, te acordaras de él porque en cada habitación, calle o paraje había algo que te recordara a él, a su sonrisa, o a su mirada.
Espero que alguna vez hayas sentido total dependencia de alguien y sentir que él también lo es de ti.
Espero que alguna vez hayas amado y te hayan amado. Porque espero que alguna vez puedas contármelo....y explicármelo.

domingo, 31 de julio de 2011

En verano no todos cogen vacaciones

Sabes que algo no va bien cuando te miras al espejo y no sabes quién te está observando.
Sabes que algo no va bien cuando tu cuerpo se independiza de tu mente y reacciona por su propia voluntad a los estímulos que tú, sin querer (o queriendo) recibes del exterior.
Sabes que algo no va bien.
Y lo peor de todo es que no encuentras fuerzas para resolverlo.

lunes, 18 de julio de 2011

Worst word ever.

Lo peor de renunciar a un posible amor, no son las lágrimas que vienen después, las tardes encerrada en casa o las pelis de amor que te tragas para maldecirlas y soltar que eso no pasa en la realidad...
Lo peor, es a todas las caricias a las que renuncias. A todos los abrazos, a todos los besos, a todos los secretos... Lo peor es que nunca podrás saber a qué huelen las sábanas cuando te levantas a su lado, que no podrás escuchar un 'te quiero' de sus labios, que no podrás escaparte de donde estés para llegar a su lado...
Lo peor, es que intentarás olvidarlo sin poder hacerlo, observando su día a día sin poder formar plenamente parte de él... Lo peor es que nunca conseguirás conocerle del todo, que nunca serás su chica, y que nunca te mirará enfadado cuando compartas risas con otro hombre...
Lo peor de todo, son todos los momentos que no compartirás con él, todos los sms que nunca recibirás y todos los 'te echo de menos' que jamás dirá.
Lo peor de renunciar a un posible amor, lo peor de dejar de luchar, lo peor de darse por vencida, lo peor de un 'no'...es todo lo que éste conlleva. Todo lo que nunca ocurrió. Todo lo que nunca ocurrirá.

jueves, 23 de junio de 2011

the clock is broken.

Puedo decirte que qué suerte tienes. Puedo decirte que espero que lo pases bien. Puedo decirte que ahora podrás hacer con ella todas las cosas de las que un día hablamos. Puedo decirte que quizás sea la definitiva. Puedo decirte que todo esto no ha hecho más que comenzar. Puedo decirte que es cierto que es bella. Puedo decirte que parece simpática. Puedo decirte que quizás hacéis buena pareja. Y puedo decirte que espero que seas muy feliz....
Pero no esperes que te diga que me alegre.
Es lo único que espero que no esperes que diga. Porque no lo haré.
Siento decepcionarte.

Ahora mismo dudo de todo. Dudo de ti, de mi, de ella y de él... Ahora mismo me doy cuenta de todo lo que he perdido y todo lo que he dejado pasar. Ahora mismo me pregunto que hubiera pasado si, qué hubiera ocurrido si te hubiera hablado más esa noche, o qué estaría pasando ahora si desde un momento, me hubiera ido con él. Ahora mismo ni siquiera sé ni que siento o sentí.

Quizá esto estaba programado. Mucha es la casualidad de que todo suceda en una misma línea. Mucha es la casualidad de que todo se desmorone en menos de un pestañear. 

De todos modos lo sabía. Sabía que nada saldría bien. Sabía que todo era irreal.
Sabía que el karma no me daría esa oportunidad.

lunes, 13 de junio de 2011

Cuando los gatos maúllan.

Las sombras se tornan grises y ya no hay tanta humedad. Solo queda el recuerdo de una foto, un beso y unos momentos que se esfumaron en el preciso instante en que terminó.
Y ya solo nos queda el café, y los azucarillos atrapados entre paredes de papel.
Que no nos quiten el derecho a soñar, ni mucho menos el de recordar. Que no nos quiten las historias, los lirios y los pinceles. Y que se lleven todo lo demás.
El eufemismo puede ser rencor. Pero ya sabes que jamás supe ser educada.

jueves, 26 de mayo de 2011

Sabotea mi saboteo.

Es como aquel capítulo de los Simpson en el que Lisa reconoce que acabará saboteándose a sí misma.... Por algún conflicto de moral o simplemente porque no todo en esta vida puede tener un final feliz.
Lo mío es algo parecido, pero sin problemas de moral ni para hacer del mundo un sitio más realista.
Simplemente es algo relacionado con el sadomasoquismo y con la idea de (no)tenerte aquí, cerca de mí.
Disimular es la segunda parte de la historia. Disimular las miradas. Disimular los desahogos. Disimular las sonrisas. Disimular las caídas de bragas. Disimular los ratos.
Y la espera.... Maldita espera. Nunca termina, porque los tic-tacs nunca cesan. Ni siquiera en el 2012.
Pero ya está. Eso es todo. Aquí acaba la historia. Porque al final siempre cae en el olvido y todo el mundo la da por terminada. Incluso tú. Incluso yo.

Mi problema es que siempre espero el tren... y ni me lleva ni me deja de traer. Y nunca gano, pero no dejo de perder.

sábado, 21 de mayo de 2011

YesWeCamp

Y, por fin, alguien se puso de pies y dijo: ¡BASTA!
Y al principio solo fueron algunos.... pero luego fueron decentas, cientos y más tarde miles...y por últimos cientos de miles los que le siguieron...Y aquí estamos.
A la luz de la luna en pleno Sol.
Hablando de cómo resolver lo que parece irresoluto.
Abriendo un camino que parecía tapiado.
Menos mal que aún queda mucha fuerza, agallas y voz.
Que gusto da, ¡coño!


http://www.youtube.com/watch?v=HSS7J3lhRWA&feature=mh_lolz&list=LLprrLewTELV4

miércoles, 4 de mayo de 2011

May(be)

Son tantas las situaciones vividas que ya no recuerdo como empezó todo... sé que fue en un lugar cerca del río y creo que recordar que fue a una hora un poco inusual en mi, pero no me pidas que te cuente más porque no sé.
Y casi es mejor que no recuerde, porque los recuerdos no siempre son buenos...creo que fue por ello por lo que dejé caer, sin querer por supuesto, todas esas fotos y cartas al río...fue un despiste, lo siento. También me despisté mucho cuando cambié el número de móvil y olvidé decírtelo... Lo mismo pasó cuando me mudé para siempre a un lugar un poco más frío, pero lo suficientemente cálido para que mi organismo siga funcionando con normalidad, al menos con toda la normalidad con la que puede respirar lejos de ti.
Son tantas las mentiras y tantas las incógnitas que duelen...duelen tanto que me daño a mi misma y solo unos pocos privilegiados (mi perro, el viento y el edredón) saben cuánto daño me hice. 
Pero bueno, tendré que vivir con esta venda hasta que me cure el tiempo o el alcohol, y esperaré mientras aquí sentada en este rincón, rogando que no salgas en mi busca, porque entonces creo que ya no habrá solución.

sábado, 9 de abril de 2011

be able to.

"Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida"

¿Capaz?

lunes, 4 de abril de 2011

elderly

Sopla el viento contra la ventana de la cocina y hace que ésta se mueva estrepitosamente, golpeando contra el alféizar y haciendo un ruido que altera al pobre San Bernardo que está tumbado en el salón. Hace tiempo que el cierre está roto, pero nadie se molesta en arreglarlo. ¿Para qué?
La tetera emite un fuerte pitido que indica que el agua ya está caliente. Las bolsitas del té están ya cuidadosamente depositadas sobre las tacitas de porcelana. La tetera está ardiendo, pero gracias al guante de cocina no nota nada más que un simple tacto cálido. Vierte el agua lentamente en las tazas, con cuidado de no derramar ninguna gota. Agarra la bandeja por ambos lados y la lleva hasta la mesita del salón, justo al lado del sillón de flores en tonos pastel.
Antes de sentarse, enciende el tocadiscos. En seguida empieza a sonar uno de sus temas favoritos, "Here comes the sun", de Los Beatles...un clásico. Mira hacia la ventana, y observa como, a lo lejos, una bandada de pájaros juega en el aire recreando figuras imposibles que en realidad no quieren decir nada. Mira un poco más abajo, y distingue un par de fábricas a lo lejos, su humo tapa alguna de las nubes que, tímidas, han decidido manchar el cielo de un acalorado día de julio. Más abajo aún, se divisan decenas de casas: pisos, apartamentos y posiblemente algún que otro loft. Más cerca de donde ella se encuentra hay un parque, adornado con grafitis y con la presencia de algunos adolescentes que se han reunido para charlar mientras se fuman unos cigarrillos o vete tú a saber qué. Poco queda ya de los vivos colores que en principio vestían los toboganes, columpios y demás juegos que en ese parque habían. La fuente ya no funcionaba, y uno de los columpios estaba roto.

Se tocó entonces el cuello. Acariciando con sus dedos el colgante que adornaba su Bósforo de Almasy. Miró después a la izquierda, hacia un marco de fotos depositado sobre un estante, bajo el cual se encontraba una rosa blanca. Era un retrato de una pareja ya anciana. El hombre, medio calvo y con visibles arrugas, sonreía, ajeno a la cámara, mientras besaba a la mujer, la cuál sí miraba a la cámara mientras reía abriendo mucho la boca.
Mucho había cambiado todo aquello desde que ellos vivían allí. Por esas callejuelas habían corrido, reído, jugado, y paseado de la mano...ajenos a lo que les depararía el futuro y dedicándose tan solo a ser felices .En un antaño no había fábricas, ni apartamentos, ni siquiera el parque. Las calles eran más seguras y mucho más luminosas. Había gatos, muchos, y cada uno tenía escogido un porche en donde pasar la noche. Su casa había sido de las primeras en ser edificada en aquel vecindario que iba a ser, según decían, el más prestigioso y concurrido de la ciudad. Incluso habían abierto un cine y varías tabernas. 
Pero ella no extrañaba nada de eso. No extrañaba los gatos, ni las casas, ni el cine. Le extrañaba a él. Sobre todo a la hora del té. Extrañaba la compañía de aquel hombre que la había acompañado y guiado durante 47 años de su vida. 47 años que se le habían ido en un suspiro. 47 años en los que había sido la mujer más feliz de la tierra, aunque otras creyeran lo contrario y aunque otros pretendieran que no fuera así. Ahora estaba sola. Después de 47 años...sola.
Pero no le importaba, porque sabía que no le haría falta esperar mucho tiempo para volver a encontrarse con él. Además, mientras esperaba, podría contarle a sus nietos, todo lo feliz que había sido al lado de aquel  hombre. Todo lo que habían vivido juntos: todos los viajes, discusiones y sonrisas que ambos habían compartido. Podría contarles lo apuesto que era de joven, lo atractivo que resultaba siendo un cuarentón, y lo guapo que le seguía pareciendo cuando las arrugas formaban ya parte de su rostro. Y, sobre todo, podría contarles que había tenido la suerte de encontrar a alguien a quién querer durante toda su vida, y, lo que es más importante, a alguien que la quisiera a ella...hasta el fin de su vida.

jueves, 17 de marzo de 2011

tú contra ti.

Te pasas la vida defendiendo unos ideales que crees justos, que puede que no sean precisamente los que otros esperas que tengas, pero que crees que son los correctos porque es lo que tú consideras honesto.


Y entonces llega la hora de la verdad en la que te enfrentas cara a cara con una situación en la que se cumple una de esas ideas que tanto tiempo llevas defendiendo. Y te das cuenta de que eres una hipócrita. Que en realidad no piensas todo lo que dices. Que defiendes una idea que luego tú mismo rechazas, y que no te ves capaz de realizar ni aún poniendo todas tus ganas. Y te das asco a ti mismo, por que sabes que estás haciéndolo mal, porque sabes que lo que defendías era realmente lo correcto, y tú no lo cumples.



Y miras a tu alrededor, a todas aquellas personas que has criticado por no defender esos ideales que tú apoyabas...y te das cuenta de que eres tan penoso e intolerante como ellos. Y solo te queda resignarte, avergonzarte y no volver a levantar la voz, porque si lo haces mentirás, y para mentir ya están los políticos.



Aunque también existe una opción b, que es tener un par de huevos y enfrentarte a la realidad, y cambiar el chip porque esto no puede ser. Y seguir defendiendo en lo que crees porque realmente piensas que las cosas tienen que ser así. Y empezar a creértelo tú también..., pero esta vez de verdad, nada de gritar por gritar ni de manifestarse por manifestarse. Esta vez serás tú quien lleve el altavoz Y esta vez serás tú quien pinte las pancartas. Y esta vez, esta sí que sí, creerás en lo que dices de todo corazón.

jueves, 10 de marzo de 2011

Viaje a Europa.

 - Vamos Gigi, ¡levanta! Cuanto antes lleguemos antes terminaremos.

Gigi vacila unos momentos y no abre los ojos. Su madre abre las ventanas y la luz la deslumbra. Mete la cabeza debajo de las sábanas e intenta concentrarse en volver a dormir.

- Vaaaaaamos. Tenemos que hacerte las fotos, y en la peluquería habrá cola.

Gigi de repente, se acuerda de qué día es. Se destapa y abre los ojos. Al principio el sol le hace daño, y mira el reloj con los ojos entrecerrados. Las nueve y media. Demasiado pronto para ella, pero el día lo exige. Se despereza y se levanta. Va al baño a asearse, se recoge una coleta alta y vuelve a su cuarto para vestirse. Una camisa larga, un cinturón, unos vaqueros y unas botas forman el atuendo elegido. Va hacia la cocina y se toma el Cola-cao que su madre le ha preparado. Busca su bolso (ya preparado de ayer por la noche), mete dentro su móvil y saca las gafas de sol. Se las enfunda, apoyándolas sobre su cabeza. Sale con su madre por la puerta, bajan los dos pisos hasta el portal (ni a ella ni a su madre le gustaron nunca los ascensores, "son para los ancianos", decían) y van hasta el coche, treinta metros aparcado más allá de la puerta. Ambas se montan en el vehículo. Y comienzan un trayecto que no tenía pinta de durar más de quince minutos.

Gigi baja la ventanilla y se deja golpear por el viento. Hace un día espléndido. Es Septiembre, pero el verano aún no ha acabado. La gente pasea por las calles, apenas hay coches y el ruido de la ciudad es casi inexistente.
Es su último día como preuniversitaria. Mañana empezaría un nuevo mundo. Una nueva vida. Todo iba a cambiar. Esa misma tarde tomaría el tren hasta la ciudad escogida. Y esa noche dormiría por primera vez en la habitación que la vería estudiar, crecer, reir y (quien sabe) llorar durante, al menos, los próximos ocho meses. Ese mismo día diría adiós a sus padres, a su hermano y a su hermanita. De sus amigas ya se había despedido ayer, aunque no descartaba que le dieran alguna sorpresa de última hora...uno de esos numeritos tipo película de Hollywood en la estación de tren...sería muy propio de ellas.

Llevaba meses...bueno, años, planeando todo esto. Soñaba con sentarse en uno de esos pupitres de madera, en una clase en pendiente, rodeada de todos sus compañeros, todos ellos con ansias de participar activamente en clase, callados y atentos... aunque siempre habría momentos para despistarse y charlar un poco a escondidas...
Y ver diapositivas, y quedar para ver exposiciones, y viajar, y salir de fiesta todos los fines, y descubrir cosas que jamás pensó que existieran,...

Pero Gigi no sabe que nada de eso va a pasar. Que la universidad no es como Robin Williams quiere pintarla en "El club de los poetas muertos", y no habrá ninguna profesora como Julia Roberts en "La sonrisa de Mona Lisa"....ni siquiera será como todas esas aventuras que Jason Biggs, Thomas Ian Nicholas o Seann William Scott nos muestran en "American Pie".
Lo único que va a encontrar, es un asiento libre, en mitad de otros muchos que serán ocupados.
Será ella, la que tenga que alzar la voz para ser escuchada, la que tendrá que hacer hueco en su habitación para todos los libros (inútiles por otra parte) que tendrá que comprar, y la que sentirá la soledad más de un fin de semana.

Pero en algo no se equivoca. En que descubrirá y se descubrirá así misma, en que viajará, en que saldrá de fiesta y se emborrachará y tomará sustancias que nunca se planteó tomar, que hará los mejores amigos que nunca tendrá, y que vivirá experiencias que jamás pensó vivir....

Por que, al fin y al cabo... los soñadores aún pueden tener cabida en estos tiempos.

domingo, 27 de febrero de 2011

nostalgia

8:57pm
Carlotta está recostada en el sofá rojo del salón, sujetando un cigarrillo con la mano derecha y mirando encarecidamente el reloj. A las nueve en punto es cuando él suele llegar. Se quitará la abrigo y la chaqueta, y depositará el maletín en el suelo. Colgaría en el perchero de la derecha su sombrero, marrón, con detalles en negro y una pequeña mancha de vino en uno de los bordes, fruto de su torpeza cuando ya estaba algo ebrio. Luego dejará las llaves sobre la cómoda y se dirigirá al salón. Probablemente le dedicará un "hola" desganado desde la puerta mientras se dirige al minibar, en donde se servirá un whisky con tres hielos (tres hielos; no cuatro ni dos, sino tres hielos), mientras enciende uno de esos cigarros negros que previamente habrá cogido una cajita situada en la mesita del rincón. Después, se sentará en el sillón enfrente de la chimenea y allí se quedará....leyendo la prensa e ignorando por completo cualquier otra presencia, objeto o noticia que le rodee. El trance duraría hasta la hora de la cena.

8:59pm
Carlotta decide darle otro trago a su vaso de tubo, repleto de hielos con coca-cola y amenizado con ron. Debería estar acostumbrada a esa rutina. No suele haber muchas variaciones en esta descripción. No sabía qué había fallado. En qué momento había cambiado todo. Cuándo habían pasado de ser el par de enamorados más apasionada de toda la ciudad, a ser una pareja más entre la multitud. Las fotografías inútiles y simplemente porque sí estaban a la orden del día. Los besos, las caricias y los abrazos eran todo lo que ambos necesitaban para seguir viviendo y soportando el día a día. Los congresos, las reuniones, las ventas y las cuentas eran algo totalmente secundario que no cobraban importancia ni siquiera en hora punta. Los desayunos eran las primeras sonrisas del día, y las cenas (casi siempre inacabadas) eran el inicio de las de antes terminarlo. Las sábanas no eran un simple modo de taparse por las noches, sino una aventura en la que perderse justo antes de irse a dormir....

9:05pm
Cinco minutos de retraso... quizás habría pillado algo de tráfico en Gran Vía...

9:08pm
La puerta se abre justo en el momento en el que Carlotta daba el último sorbo a su cubata. El proceso tuvo lugar tal y como de costumbre: abrigo, maletín, chaqueta. Sombrero, llaves. Cigarro, whisky, sofá. Prensa. Silencio.
Carlotta se levanta con brusquedad y se dirige hacia la cocina, no sin antes derribar con furia una de las lámparas de sobremesa que alumbraba la habitación.
"¡BASTA!" Pensó.
Pero ya había bastado desde hace tiempo. Ya todo se había parado. Todo  había acabado. No había nada vivo allí dentro, excepto el humo de los cigarrillos que se elevaba en el aire dibujando formas sin sentido...como todo en esa habitación.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Today let's make our promises for tomorrow.

Ese impulso irrefrenable que me insta a coger el portátil y ponerme a escribir y escribir y escribir después de haber visto una de esas pelis en las que mirar a la pantalla durante 2 horas no siempre se cumple, en las que abrazar una almohada (véase cojín) (véase arroparse más con la manta) (véase nada) se hace algo imprescindible, y en las que después de verla, te apetece quedarte un ratito allí donde estás, quieta, escuchando la banda sonora que acompaña a los créditos, para luego quedarte en silencio.

Después llega esa parte en la que simplemente piensas. Puede que en nada o puede que en todo. O puede que ni siquiera estés pensando. O puede que estés pensando demasiado.
¿Qué más da? En esos momentos ni siquiera puedo decirte con seguridad que seas persona. Simplemente eres una especie de tú-alternativo que se cree atrapado en un mundo que no es como debería ser y, embriagado por el ambiente que Holly(wood) le ofrece, está dispuesto a replantearse su forma de afrontar sus decisiones, sus cosas, sus elecciones...su vida.

Pero la realidad es muy distinta de la ficción. Y, sé sincero; lo único que harás será irte a la cama con esa sensación rara que sólo el mejor de los artistas será capaz de definir, y te quedarás dormido repasando cada una de las canciones, cada una de las escenas y cada uno de los párrafos del guión de esa puta película que te está dejando en vela.
Y al final, agotado, cerrarás los ojos y ahí te quedarás, dormitando, en mitad del mar de Morfeo y de su caos de "quiero y no puedo pero lo intentaré".

Mañana será otro día... créeme.

martes, 15 de febrero de 2011

ese.uve.once.

Cuando del amor solo no queda más que un soplido y cuando del te quiero solamente un susurro.
Cuando de ÉL solo queda una cajita llena de cosas insignificantes que no dicen nada y lo dicen todo.
Cuando de una foto se deforman los rostros, los ropajes y las calles del fondo, y solo quedan los recuerdos.
Cuando de una mirada no queda más que un significado oculto por soloélsabequé signos.
Cuando de un beso quedan tan solo el sabor a cerveza de su boca.
Cuando de un 14 de febrero, no quedan más que unas rosas marchitas sobre la mesa.
Vete tú a saber, lo demás, donde estará.

lunes, 7 de febrero de 2011

asterisco*

Y mirar la estrella y pedir un deseo, y no decirlo, no siento que no se cumpla, o que tus palabras digan lo contrario a lo que piensas, y entonces te des cuenta de que ni tú piensas lo que sabes, ni sabes lo que piensas.

viernes, 4 de febrero de 2011

childhood.

Creo que quiero un pompero...LO QUIERO, LO QUIERO, LO QUIERO, Y LO QUIERO!

Las pompas son el perfecto ejemplo de metáfora del desastre. Son bonitas, son dulces, son (o parecen) transparentes... pero, si miramos la realidad a través de ellas, nos la presenta deformada y traslúcida, empañada de rayos de luz que dibujan el arco iris de un modo casi inapreciable....y de repente, cuando más concentrada y más crees que te gusta la pompa...explota.
Pof!
Decepción, tristeza, nostalgia, desamparo...
Y todo se acabó.

martes, 1 de febrero de 2011

Silence.

Desaproveché el último instante que me quedaba para quererte y te dejé marchar.
Ni siquiera puedo quejarme o enfadarme...la culpa es mía al fin y al cabo. Sin embargo, he de ser egoísta y prepotente, y pedirte que no me hables más. No soporto tu sonrisa ni tu forma de hablar.
Sé que no tengo derecho, ni siquiera un poquito, y que te parecerá un atrevimiento decirte esto...pero te quiero.
Te quiero ya desde hace un tiempo, no mucho, suficiente, lo bastante como para no olvidarme de ti tan temprano.
Pero bueno, qué le vamos a hacer, lo mejor será que me calle, que te calles y que todos nos callemos. Y dejar pasar el tiempo y dejar que todo vuele.
Y un día te habrás olvidado de mi. Pero tranquilo, que ya me encargaré yo de rememorarte y rememorarnos, y rememorar aquel día en el parque y recordar lo que pudo ser y no fue.
¿Qué más da ya? Total...tú me has olvidado.

martes, 11 de enero de 2011

y ahora sé lo que he perdido...

Cogió el abrigo y sin mediar palabra salió por la parte de atrás de un modo silencioso...casi como si lo estuviera haciendo para no ser descubierto, como si él mismo supiera que lo que hacía, estaba mal.

Se oyó el ruido del motor al arrancar y las ruedas del vehículo deslizándose sobre el pavimento mojado.

Y allí quedó ella. Cabizbaja, sentada en el solitario salón, con el carmín descolorido y el ánimo por los suelos. Sin tener ya nada que esconder, pues sus ojos habían delatado la nostalgia que guardaba en su interior. Un cigarro se consumía lenta y solitariamente sobre el cenicero de la mesilla de la derecha. El humo ascendía suavemente hacia el techo, creando amorfas figuras que perecían en cuanto empezaban a cobrar cierta identidad. Probablemente la boquilla de ese Malboro aún estuviera húmeda de sus labios.

Encendió la televisión sólo para no oír el silencio que reinaba por toda la casa sin sentir piedad por ella. Cogió un cojín y se lo puso al lado. Cogió otro para el otro costado. Y un tercero al que ella pudiera aferrarse con las dos manos. Estaba sentada en la mitad de aquel sofá de tres plazas con las piernas cruzadas en una postura muy tipo yoga, o muy tipo indio. El sofá, que ya era grande de por sí, le parecía enorme desde aquella perspectiva. Gigante, en realidad.
Miró a su alrededor y observó los cuadros, las cortinas, y el color de las paredes. Todo estaba en tonos de marrón y beis. Recuerda las risas que compartieron cuando pintaron el piso. Ella había querido contratar a unos pintores pero él insistió en hacerlo ellos dos juntos...y solos.
Al principio le resultaba una casa de lo más luminosa....desprendía elegancia y uno se sentía cómodo cuando estaba en ella... Ahora le parecía todo muy frío, descolorido, sobrecargado...y desde luego no transmitía ese aire acogedor.

Pero ella esperaba paciente, con la taza de café, posiblemente ya fría, sobre la mesita central, y con los oídos atentos a cualquier movimiento en la calle.... Esperando a que él volviera.
Poco a poco se le iban perdiendo las ilusiones y el brillo de sus ojos había desparecido ya casi por completo. Y sus labios, sellados ya desde hace un tiempo, pedían socorro entrelíneas de silencio y pequeños suspiros con sabor a melocotón.

Así que ahí queda ella. Abrazándose a la última esperanza de que despierte de una vez por todas y vea que todo ha sido un mal sueño que tenía que soñar para darse cuenta de lo mucho que le quiere...y de lo mucho que él la quiere a ella....¿no es así?

miércoles, 5 de enero de 2011

disney.

Soñar con bailes de gala, con hombres de pajaritas verdes y mujeres de faldas rasgadas.
Mirar cómo las campesinas plantan en el suelo los pétalos de las flores con el presentimiento de que de allí nacerá un árbol.
Observar como la calabaza de Halloween te sonríe detrás del cristal y desear saber qué es lo que realmente pretende hacer con esos dientes tan sucios.
Dibujar en el suelo un circulo de tiza y cantar melodías indias porque al fin y al cabo, todas somos princesas.

Y correr, y bailar, y tirarte desde lo alto de un árbol a la laguna de la casa de verano. Y pedir un taxi alzando la mano en alguna de las maravillosas calles de Nueva York. Y viajar sin dirección alguna preguntándote en qué momento pasaste de ser la Campanilla de Peter a Carrie de Sexo en Nueva York. Y suspirar expulsando todas las piruletas que te comiste, los pilla-pilla que jugaste y a los chicos que tiraste del pelo porque te gustaban. Y mirar por la ventanilla observando la carrera de gotas y pensar "bueno, no está tan mal".