Me dejé llevar por la fugacidad del momento sin pensar en las consecuencias.
Nos perdimos poco a poco, y apenas habíamos empezado cuando todo desapareció.
Fue culpa mía, lo sé. Me dejé llevar por el encanto de Londres y de su inimitable lluvia. Y ahora aquí estoy, sentada en mi enorme sofá con una copa de vino en la mano y cientos de preguntas en la otra.
Mirar cómo sonríes resulta de poca ayuda, así que recurro a los consejos más ineficaces que siempre encuentro en él para dejarme llevar y convencerme a mí misma de que es una tontería.
Son cosas que no entiendes ni entenderás. O puede que sí, pero tomas mejores decisiones que yo, y optas por disimular.
'Jamás me olvides' es lo único que pienso, porque aunque sepa que no, y lo crea con firmeza, es lo único a lo que puedo sujetarme, y es lo único a lo siempre me atendré.
Despiértame ya de este sueño, Leonardo, necesito volver * años atrás.
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